domingo, 16 de marzo de 2008

.(Me gustaría, ante todo, empezar y no sé cómo hacerlo).


Me gustaría escribirte palabras que, unidas, vayan a buscarte y hagan una ronda a tu alrededor para empezar a bailarte melodías de caricias en tu corazón y que vos, anonadada, te olvides de tus penas y te pongas la camiseta de esa frase que, alocada, te bautiza la razón.
Me gustaría transformarme en dibujito amarillo y hacerte ver un capítulo en donde el click del control llegue a tu cabeza haciéndote encontrar la puerta de salida de tu tristeza.
Me gustaría ser balón, para que me botes fuerte contra el suelo y con el envión llevarte al cielo para que vivas estampada en este nuevo mundo redondo de color.
Me gustaría ser esa voz que al sólo oírla te haga girar de alegría dejándote pelado el sufrimiento y ponerle lentes negros al tornado que te está taladrando el pecho para que se contagie de su magia y baile al mismo son que vos.
Me gustaría ser el barril que te abraze y contenga ante cada dolor.
Me gustaría ser invisble y traspasarte para acomodar en un rincón todos los manchones que de tu pasado habitan en vos y con esa tinta regalarte la pluma más liviana y eternamente cargada de historias por suceder.
Me gustaría nadar en el mar de tu llanto para que no te empapes tanto y que las olas no se rompan sobre vos.
Me gustaría ser coya por un día para ahogarte en mi charango y hacer melodías con tu risa.
Me gustaría verte y a través de la mirada tatuarte en tu orgullo lo que veo en vos.
Me gustaría jugarte un truco para mentirte y decirte que tengo todas esas cartas o hacerle un jaque mate a tu desesperación.

Sólo tengo para darte ganas de ayudarte, sólo tengo para darte mucho tiempo para vos.
Y puedo ser todo lo que quiero si vos me clavás un anzuelo y me enrollás despacito hasta donde estás vos.





y abrazarte...
para comerme todo tu dolor.

domingo, 2 de marzo de 2008

.Ando flot.

Esperaba prácticamente que estacionara.
Lo aguardaba mientras salía de la capilla y se bajaba del monte.
Necesitaba justamente ese ideal abrazo.
Pero no esa tela.
(no sobre su pecho)
Yo luchaba porque no se borre la sonrisa, que no se derrita mi mirada.
Pero (como siempre) él lo notó.
Y yo me anoté en la frente que no podía permitirme no convidarle de ese par de cucharas en las tripas.
Para que vea, para que beba y me coma entera entre sus brazos.
Y así fue.
Y el revoltijo combustionado se elevó y suavemente se posó en mis ojos.
Bailó en ellos despiertos.
Los agitó dormidos.
Y me sentía un girasol plantado en un arcoiris que me teñía los sentidos.
Porque no podía (ni quería) dejar de mirarlo.
(ni despierta ni dormida ni dormido)
Y el sueño que ansiaba ayer me atrapó y me llevó a vivir a una nube (de atardecer).
(porque él estaba al lado mío, iluminando y pintando mi cuerpo con cada estrellita de transpiración)
Y ahora mi piel tiene frío porque la tarde se acurrucó en mi corazón.

sábado, 1 de marzo de 2008

Son las dos de la mañana.
Dentro de unas cinco horas masomenos se me va a estar cumpliendo un nuevo sueño.

No me puedo dormir.
El corazón no me para de latir.