Todo aquello que quemaba, hoy abriga.
Hay un viento en el recreo de una mente taaan podrida, que se lleva en el anzuelo algunos de los velos que a los sueños le ponen las pesadillas.
Fue un poco el tiempo y la vida. Una abuela, algunas velas y esas risas de cosquillas.
Que nací por el amor y por él muero.
Que los pozos son la pausa del siguiente intento.
Que la primavera es verde y verdadera, y este día la primer flor de mi enredadera.
viernes, 3 de octubre de 2008
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