viernes, 3 de octubre de 2008

Todo aquello que quemaba, hoy abriga.
Hay un viento en el recreo de una mente taaan podrida, que se lleva en el anzuelo algunos de los velos que a los sueños le ponen las pesadillas.
Fue un poco el tiempo y la vida. Una abuela, algunas velas y esas risas de cosquillas.
Que nací por el amor y por él muero.
Que los pozos son la pausa del siguiente intento.
Que la primavera es verde y verdadera, y este día la primer flor de mi enredadera.

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