Hoy tengo la suerte de amar y es como estar en el mar y sentir que nada puede ahogarte.
Es como flamear en cámara lenta como el humo suave.
Me ablanda los huesos abrazarte porque me estrujás todo el cuerpo como desarmándome.
Y me desarma que me dejes tan entera.
Yo te doy un beso y alrededor no existe nada más que eso.
Lo son todo la caricia de tus labios mojados en los míos enamorados. Y tus ojitos cerrados. Y tus manos por todos lados.
Te hablo y me mirás como yo te miro; con los ojos encendidos. Y sólo por ver esos ojos todo lo absurdo cobra sentido.
.(Su mirada me dice que me ama y su sonrisa embelesada me dice que le crea, que ella lo sabe porque está más cerca de su alma).
Pero sin escucharlos puedo notarlo.
Y al caminar entrelazados te agarro fuerte el buzo como para que no te vayas nunca de mi lado.
Y quiero ir lento para que demos más pasos.
Y la sonrisa no se escapa de mi boca, aunque no sepa saber en lo que estoy pensando.
Es la razón, el motivo, la obsesión, el delirio.
Es raro, es lindo.
Y ya no son tristes los domingos.
Y siempre tengo un cómplice, una víctima, un culpable, un castigo.
Y siempre salgo impune de cada aventura que nos une.
Sos gran parte del pasado, por completo el presente y ojalá que más allá de todo futuro.
Sos un padre, un hermano, un amigo, un novio, un compañero, un marido.
Y quiero serte lo mismo. Quiero mezclarte el color de los sentidos y pintarte un mundo fantástico, nuevo, desconocido. Y meterme en tu cabeza para tener la certeza de saber hasta donde llegan las imágenes que te vuelan. Y las que te quedan.
Si es que la vida me premió es sin dudas con tu amor y con el mío. Por tus poros yo respiro.
Y sin tu mundo no hay más mío.