martes, 6 de agosto de 2013
Desde que cerraste los ojos hay una estrella más grande. Mucho más grande y luminosa. No titila, está ahí firme protegiéndote. Te ilumina el camino para que la oscuridad que te dejó el que te llevó hasta ahí se apague del todo. Su resplandor te va entibiando el alma para que sola vuelva a brillar. Sólo te queda abrir los ojos para poder ver hacia dónde querés seguir volando. Y ya te estás despertando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario