lunes, 1 de diciembre de 2014

.A Extremoduro.

Tu esencia se me hizo carne
y derramé el alma entre tus notas:
De par en par el pecho abierto
y el corazón cayendo en gotas.
La lluvia limpió mi cuerpo
y el sudor mi adentro
para entregarte pura mi pasión
que es lo mejor que tengo.

Hoy me duele todo el cuerpo
pero ha renacido mi alma.
Y ahora otra vez el vacío y la cuenta regresiva,
la desesperación de la espera,
la incertidumbre de tu vuelta
y el miedo a no volver a verte.
Pero la gracia infinita
de haber podido ver (otra vez)
a la realidad ganándole a la fantasía.