miércoles, 23 de diciembre de 2015

.Contraminación.

Veo la contaminación en el aire. La miro, la huelo, la inhalo, la transpiro. Veo mucha gente, veo anonimato. Veo poco tiempo y compras para rato. Veo cuotas, veo descuentos, veo que todos quieren pasar primero. Y yo también.
Veo prisa, no tantas sonrisas. Veo la enfermedad consumista. Veo bolsas llenas y miradas perdidas. Veo el sudor del papá noel de un shopping. Lo veo en la nieve en las publicidades de los andenes. Veo plástico debajo de las pieles. Veo al mundo virtual imponerse. Veo y esquivo a quienes veo. Veo que algunos no me ven. Veo andares iguales y dos o tres marcas en los pies. Veo obligaciones, veo cegueras, veo superficie. Veo que nadie mira el atardecer. Veo que por los edificios no se puede ver. Veo que lo que veo se me transforma adentro. Veo de mí en lo que veo. No quiero entrar en ese océano espejado que brilla hielo.

Veo la contaminación, la miro, la observo, la siento. Pero no veo si viene del cielo o si emana de los cuerpos.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Sospecho que en algunas situaciones hasta el mejor observador puede no poder mirar hacia un punto fijo, sobre todo si ese punto fijo tiene el poder de sacarlo por completo de su lugar. De reojo igual pude ver y cada movimiento suyo me lleva hacia otro lado. De reojo pude absorber la fantasía, decorarla y hacerla sangre en mí. Se escapó después por mis poros deseando que le llegue aunque sea media gota del perfume de esta sensación. Si le da un poquitito de oxígeno, sé que nos vamos a reconocer por el olor.