sábado, 19 de diciembre de 2015

Sospecho que en algunas situaciones hasta el mejor observador puede no poder mirar hacia un punto fijo, sobre todo si ese punto fijo tiene el poder de sacarlo por completo de su lugar. De reojo igual pude ver y cada movimiento suyo me lleva hacia otro lado. De reojo pude absorber la fantasía, decorarla y hacerla sangre en mí. Se escapó después por mis poros deseando que le llegue aunque sea media gota del perfume de esta sensación. Si le da un poquitito de oxígeno, sé que nos vamos a reconocer por el olor.

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