Me deslizo
por tus cuatro graves de metal 
como si
fuera un tobogán 
que entre
cuerda y madera 
nos funde
en la misma cosa. 
Mis dedos
te rozan 
y mi latir
se vuelve sonido 
vibrando en
la misma nota. 
Difícilmente
mi cable 
se pueda
desconectar 
de sensación
tan hermosa. 
Definitivamente
la clave de
fa 
es el
lenguaje que habito 
en cada
prosa.