sábado, 27 de octubre de 2018



Acumulada de calor abrirás un día y sobre una suave piel vivirás el sol. 
Deberás aprender a ser entre las espinas.
Caminarás por ellas hasta que la filosa punta de alguna se clave en lo que te palpita. 
Dejarás correr la gota rojiza y cambiarás la piel dejando que tu desnudez se bañe de tu propia herida. 
Descenderás derramando el salado cristal que nace desde donde se mira y empañarás la claridad de tu propia vista. 
La noche se cerrará. A veces la luna será tu guía.
Descubrirás un nuevo amanecer cuando se seque todo lo que limpia y consumarás amor transitando tu propio renacer. 
Será renovador, pero el calor por contener brotará con una porción de astilla.


domingo, 1 de julio de 2018


Qué mágica sabrosura
volver a sentir la ternura
de un corazón en celo.

Aunque los latidos
se quedaron conmigo
sin poder expresarse
es mejor haber sentido
y tocado un poco el cielo
antes de empezar a desarmarse.

Años de piedras
sin llegar a la sensación
más bien encerrada en la prisión
de quien no siente nada.
Y de golpe una mirada
te devuelve la esperanza
desoxidando el corazón.

El alma que se escapa
a través de sus pupilas
no habita en todo cuerpo
y es por eso que engrandezco
este atinado sentimiento
que no traspasará esos poros
pero conoce su existencia,
ha compartido su presencia,
y con eso ya lo tiene todo.

sábado, 23 de junio de 2018


Me deslizo por tus cuatro graves de metal
como si fuera un tobogán
que entre cuerda y madera
nos funde en la misma cosa.

Mis dedos te rozan
y mi latir se vuelve sonido
vibrando en la misma nota.

Difícilmente
mi cable
se pueda desconectar
de sensación tan hermosa.

Definitivamente
la clave de fa
es el lenguaje que habito
en cada prosa.

martes, 12 de junio de 2018

Qué hermosa revolución, el verde ya no es cualquier color. Es el matiz de la fortaleza, es el tono de la unión. No me quedan dudas de la certeza de que sólo se logra esta fuerza tras muchos años de dolor. Los cuerpos apropiados, prohibidos, sumergidos en el ahogo de una decisión hoy respiran profundo y sudan liberación. Ojalá que mañana, quienes se creen dueños de la moral que a ellos mismos engaña, puedan despertar, observar el verde brillo y comprender qué es un delito en la realidad del mundo de hoy. Habrá ciegos que no puedan ver, habrá ojos abiertos que no quieran ver, pero ya no habrá manera de detener el irrefrenable grito de los cuerpos que recuperaron la voz después de largos años de silencio.

domingo, 10 de junio de 2018


Es tan delgada la línea del presente que naturalmente se invisibiliza por la curiosidad de mirar a cada lado del abismo de la mente. Lo que fue, lo que será, todo aquello que jamás sucedió ni sucederá fuera de esa cuerda vital que nos sostiene. Nuestro único suelo. Este único posible espacio y tiempo existencial sin tiempo. El hoy. El aquí. El ahora. Este instante. Siendo. Siempre. Eterno. Por más efímero que parezca.
Para no desperdiciar presencia, será bueno detener el péndulo que oscila entre los abismos, con el miedo constante de tropezar y caer hacia alguno de los lados, cuando quizás eso nunca suceda. O peor, ignorando la imposibilidad biológica de caer en alguno de ellos.

jueves, 31 de mayo de 2018


Esta vez me tocó a mí
perder un casillero.
Tenía pocas fichas,
no empezaba aún el juego.

Siempre pude recibir
al azar y sus anzuelos
y por no morder ninguno
hoy me pierdo en el tablero.

Llegó el momento de apostar.
El principiante ya es experto,
y en un paño desgastado
la racha no pierde el tiempo.

Has ganado tanto, niñita,
en pasión sin sentimiento…
Si el amor reparte cartas,
aprenderás un nuevo juego.

Se va quebrando la coraza,
caen escudos de otro tiempo.
Ojalá que no me empañen
los cristales del deshielo.

sábado, 16 de diciembre de 2017

.A Salva.

Deshilvanó filosa aguja
la suave brisa de su cuello
y me embarcó flotando
hacia un lugar sin tiempo.
Caleidoscópica burbuja
dibuja brillos en el cuerpo
y envuelve desde lo etéreo
latidos imperecederos.
Almas que no buscan suelos.
Almas que no quieren techos.
El ser en su mágica esencia,
sin más que siendo.
Quizás el amor, como la felicidad,
sea también momentos,
instantes,
pasos,
vuelos,
o un salto
(de eternidad)
en el tiempo.

miércoles, 6 de diciembre de 2017


El árbol que supe ser
pudo florecer y dar sus frutos
pero madurar es empezar a perecer.

Las hojas del pálido follaje
se sueltan sin fuerza hacia la nada
o hacia donde el viento quiera ser.

No es falta de calor ni sobra de sed,
sino una base que contiene
lo que ya no puede sostener.

Es preciso romper las paredes
cuando el crecimiento natural se detiene
por no hallar espacio que permita ver.

Habrá que escuchar a las raíces
que piden aire en nuevo suelo.

Habrá que ampliar el cuenco
para expandir el recorrido interno.

Habrá que absorber nuevos nutrientes
para que las ramas no amenacen con quebrar.

Habrá que renovarles el oxígeno
a estas venas a punto de estallar.

domingo, 25 de junio de 2017

.Giros.

La vida ya te había dicho que acelerar, acelera cualquiera y te tuvo que poner el freno que vos no pudiste pisar. Te estrelló con todas las luces que creías ver… luces que encandilaban. El impacto del choque te dejó con la cabeza desorbitada, el motor incendiado y un airbag que asfixiará hasta que se desinfle por completo. Volcaste de tanto andar sin ver y quedaste escondida en lo más oscuro de la ruta, entre las sombras de tu propio camino, con el frío electrocutándote los huesos y torciéndote el esqueleto para siempre. De ahora en más sólo queda esperar el rescate en este futuro cada vez más incierto. Revivirá tu cuerpo a los golpes y llegará pronto ese presente a puro sueño. Porque seremos más limitadas pero mucho más libres que antes.

sábado, 6 de mayo de 2017

Pueden haber vidas detestablemente dormidas, pueden haber sueños asfixiantemente despiertos pero no puede haber organismo eterno, ni muerte sin una existencia primera. Quizás ese último suspiro sea la apertura de la prisión del (deber) ser. Quizás la única chance que nos permita atravesar al fin las estructuras en las que nos han limitado a encajar: estigmatizaron las pieles, nos cubrieron los deseos, falsificaron necesidades, mutilaron el pensamiento, pero nunca pudieron esconder las genuinas reacciones de un organismo hecho de sangre y de cuero. Porque el cuerpo habla aunque esté dopado y le refuta a su propia lengua cualquier teoría. Quizás por tanta libertad dijeron que era el culpable de nuestro encierro pero un tiempo después asfixiaron la tierra con cemento.
Podrán entretenernos, podrán anestesiarnos, podrán alzar muros y enrejar el cielo con cableados. Podrán oler nuestra respiración e incluso ser el aire que respiramos pero no podrán detener el deterioro y la putrefacción del crecimiento. No es que la gente no tendría que morir, es que el humano no tendría que haber nacido.

miércoles, 29 de marzo de 2017

La desconfianza puede ser el resabio de una decepción, o puede ser el miedo del hombre (o la mujer) que no se atreve a enfrentar las ambiciones que su sueño merece.
Pero lo que es peor, puede deberse a la incapacidad de creer en uno mismo, hachando así el desarrollo de su potencial, lo que será su fortaleza, aunque para ello tengamos que ser traicionados.

lunes, 13 de marzo de 2017

Tantas voces, sólo ecos.
¿Quién es el peligro?

El ladrón de tu cerebro.

jueves, 9 de febrero de 2017

.Éterno.

Caen como fichas de dominó las coincidencias, rozándose una a una con una suave caricia que las desliza hacia un placentero reposo. Se siente eterno descansar en los encuentros, aunque puedan ser efímeros y terminar derrumbándose como un castillo de cartas justo cuando la última del mazo estaba por completar su estructura. De todos modos, aunque el atino perezca siempre quedará, inolvidable, el polvo de magia envolvente que liberaron y en el que quedaron flotando esas fichas al caer.

martes, 25 de octubre de 2016

.Ingestión.

Se indigna de vos el vegano
por el animal que comés en vano
mientras el omnívoro que sos
te lo da tu condición de humano.
Masticando hierba muerta
machaca culpa en tus colmillos.
Se cree herbívoro animal
que deglute con permiso.
De todos modos te indigna ese negocio
que con ruin proceder
por querer saber bien rico
fabrica cadáveres deliciosos.
Pero con o sin pelos en la boca
el corazón se vuelve roca,
notás que la lengua nos deja mudos
y que el cuerpo no pide fernet, sino coca.
Animales somos todos,
los que no comemos se comen a otros
y no siempre es una elección
lo que el hambre pone en el horno.
Hay rumiantes incesantes,
hay parásitos incisivos,
hay depredadores infalibles
y hay carroña en todos lados.
Por lo pronto elegiré
una dieta a base de arsénico
antes que ser un animal
que busca calidad en el papel higiénico.