martes, 25 de octubre de 2016

.Ingestión.

Se indigna de vos el vegano
por el animal que comés en vano
mientras el omnívoro que sos
te lo da tu condición de humano.
Masticando hierba muerta
machaca culpa en tus colmillos.
Se cree herbívoro animal
que deglute con permiso.
De todos modos te indigna ese negocio
que con ruin proceder
por querer saber bien rico
fabrica cadáveres deliciosos.
Pero con o sin pelos en la boca
el corazón se vuelve roca,
notás que la lengua nos deja mudos
y que el cuerpo no pide fernet, sino coca.
Animales somos todos,
los que no comemos se comen a otros
y no siempre es una elección
lo que el hambre pone en el horno.
Hay rumiantes incesantes,
hay parásitos incisivos,
hay depredadores infalibles
y hay carroña en todos lados.
Por lo pronto elegiré
una dieta a base de arsénico
antes que ser un animal
que busca calidad en el papel higiénico.

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