Pero es que cuando el Sol
(así... todo sonriente)
me estiiira sus rayos,
haciendo fuerza por llegar a mí
(porque en invierno me encuentro más lejos)
y me abraza,
y con su calor me eleva
como hojita seca al viento,
como panadero en vuelo,
como mariposa en celo...
desnudándome las penas,
secando mi llanto,
estirando hacia arriba la comisura de mis labios...
Y reflejándose en un mar inmenso de amor
me muestra todos los colores,
y me lleva,
y me llena...
haciéndome sentir inmersa
en uno de esos
inalcanzables sueños.
jueves, 26 de julio de 2007
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