Masoquista por naturaleza.
.(pesimista me fui haciendo viviendo experiencias).
Mi única enemiga: SOY YO. (sólo eso está bien claro).
El problema es: justamente eso.
Soy culpable, víctima, testigo, cómplice, jueza, abogada, ladrona, policía, asesina.
Y lo peor es que sé qué debo hacer para sentirme mejor, pero el desgano me gana.
Será que me lo merezco.
Será que se necesita tocar el suelo para poder empezar a despegar.
Es que el suelo es tan sólido...
Y el cielo…
¡ME DA VERTIGO!
Me cuesta llegar porque abandono en el intento.
Y si llego: me caigo del miedo (cualquier suave brisa me tira), de la presión que requiere la presencia de tanta felicidad (no es ella el problema, sino la resaca que queda cuando se va).
Y siempre gana ese miedo que no me la deja disfrutar. Que me la amarga cuando la intento saborear.
Y si cuando empezás a caer las ramas que pueden sostenerte se quiebran con vos: ¿cómo nos mantenemos arriba?
Tiene que ser como el subibaja.
Si uno está abajo, el otro tiene que estar arriba para poder hacer subir al que bajó (el que está en el suelo necesita de ese impulso elevador).
Pero ¿y si los dos están abajo?
Ahí sería como el as(des)censor. Todos arriba, todos abajo...
¿y entonces?
¿cómo hacemos?
...
Yo diría que abrazarse, unirse, caminar de la mano es una buena solución.
Intentar salir.
¡No dejar a uno solo en el ascensor!
Es muy asfixiante.
¡Desesperante!
¿y si juntos tampoco podemos salir?
En ese cubículo no se puede caminar demasiado, sólo podés dar vueltas y vueltas en el mismo lugar y eso no sirve.
¡PERO QUEDARSE QUIETO ES PEOR!
¿entonces?
:o(
Pero bueno… más allá de eso… es jodida la cuestión. Porque cuando estás abajo soñás con subir… pero cuando estás bien bien bien arriba, lo único que te queda es bajar. Porque mantenerse es MUY difícil. Hay que hacer mucho equilibrio y eso es justamente lo que no tengo.
No sé…
¿Será que mis luces se casaron con mis sueños? .(de esos… de los de cuando duermo).
¿Será que siempre hay partículas de polvo flotando en cada rayo de sol?
¿Será la fuerza de gravedad?
¿Será que el peso de mi cuerpo y de mi alma aumentan cada vez más?
No sé… pero esta payasa ya no puede pintarle una sonrisa ni siquiera a la alegría. Tiene la mirada olvidada, la memoria perdida y las ganas se van de la mano con el tiempo .(ya no les interesa vivir acá adentro).
Y tengo todo lo que quería.
Y pierdo a todo lo que quiero.
jueves, 16 de agosto de 2007
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1 comentario:
llevarte conmigo, que nos lleve el mar...
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