miércoles, 15 de agosto de 2007

"Un astronauta y una bruja
viajan en una burbuja
derechito para el sol
(ese fuego que creció).
Si se calienta el detergente
y revienta eso que sienten
pueden perder el control
(y también la conexión).
Certidumbre o ilusión
(epidérmica ficción).

El cree en naves espaciales
y en efectos especiales
que nunca verificó
(que en su puta vida vió).
Ella practica con escobas,
ve el futuro en una bola
que un colgado le vendió
y también la convenció
de su poder interior
(esa magia de cartón).

Y en el aire ruegan
gotas de amor...
gotas de amor...

El vago juega con la idea
de crear un gran sistema
que permita otra fusión,
otro tipo de valor.
Pero la bruja lo contiene
y adivina lo que quiere
porque él ya fué y volvió
al infierno del terror,
a ese mundo tan glotón
(que te come el corazón).

A veces pasa que la fiebre
sube misteriosamente
y se retira sin razón
(como toda aparición).

Una burbuja reventada
ya no significa nada
y abatidos van los dos,
sin creencia o religión,
alejándose del sol,
en opuesta dirección.

Un retorno
eterno
al vacío,
al vacío...
Un retorno
eterno
al vacío,
.VACÍOS.

Nunca la vida es tan precisa,
nadie tiene esa fija
que te saca del montón
y te muestra algo mejor.

Ni el astronauta ni la bruja
saben qué hacer con la culpa
y el miedo que les dejó
su sideral desconexión.

Y en el aire
ruegan
gotas de amor...

G
O
T
A
S

D
E

A
M
O
R
."

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