martes, 26 de febrero de 2008

.Vol Viendo.

Y de repente me fuí.
Y hasta aprendí que extraño y necesito a tanta gente...
Y soy tan libre cuando libero a la mente.
Pero qué jodido que es. Tuve que entender muchas cosas antes. Hasta que "la libertad dependía nada más que de la mente". Porque yo no lo creía así. O no lo sabía (para ser más sincera).
Y le sigo dando batalla al prejuicio que me señala a la primera impresión o a mi vergüenza.
Pero le bajo el dedo como loco.
Y alocadamente se lo atropello con mi puño cerrado mientras jugamos al piedra, papel o tijera.
Ya se lo estoy tocando...
Lo estoy empujando.
Y la brisa que despliega cuando baja la mano es el aire que me va soplando despacito hacia el paraíso de vivir en libertad.
Y mirá vos...
No creía en algo que hoy es mi armonía, mi felicidad, mi sostén.

Y volví.
Con este aprendizaje y con una tosecita de esperanza.

No hay comentarios: