Y al fin llegó lo que no esperaba.
Lo que me desesperaba.
El saber si rozar el fondo de la copa
me haría sentir satisfecha.
Pero ahora, más vacía y deshecha,
huelo el aire del otoño
y no encuentro retoño por nacer.
Tengo el cuerpo todo tieso
y una intranquilidad que abarrota
las plumas de mi cordura.
Tengo miedo a la locura
porque la siento muy vecina.
Muerdo el cuero y la banquina
de sus dotes escandalosos.
Es que tengo un filtro en la cabeza
que retiene los colores
y degrada los sabores
que perfuman mi inocencia.
lunes, 23 de marzo de 2009
miércoles, 11 de marzo de 2009
.Ob sesión.
Tengo una obsesión
muy redonda muy redonda
que me encierra como un espiral
a cada agujerito de cada hoja.
Tengo una visión
obstinadamente al mazo
que penetra como un detective
de las narices desde abajo.
Tengo un rincón
y un pedazo de cabeza
cedidos al desvelo
de mis fantasías dentro de ella.
muy redonda muy redonda
que me encierra como un espiral
a cada agujerito de cada hoja.
Tengo una visión
obstinadamente al mazo
que penetra como un detective
de las narices desde abajo.
Tengo un rincón
y un pedazo de cabeza
cedidos al desvelo
de mis fantasías dentro de ella.
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