Un ritual frenético
de eslabones humanos
con pies en la tierra
y polvo en el aire.
Giraban los cuerpos
de marfiles brillando
bajo banderines y luces
de un cielo estrellado.
Un grupo de magos
de colorido cachengue
derretían en sudor
sus rostros pintados.
Gritaron verdades
haciendo malabares
y una gran llama ardió
para quemar el desastre.
Mi boca se humedece
corazón enjuagado
que guarda el latido de esta noche
como recuerdo inolvidable.
martes, 24 de marzo de 2015
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