lunes, 15 de octubre de 2007

.Con la mitad de mi vida cerca del mar.

Tengo un par de ojos sedientos de tu mirada, siempre así… un tanto aguada. Tengo oídos que se sienten ensordecidos sin la caricia de tu voz y su melodía. Tengo orejas desnudas, con frío, temblando por la ausencia de tus labios como abrigo. Tengo un par de manos y un ejército agazapado de dedos que suicidan su ansiedad en un papel. Tengo una nariz tapada de tanto olor a nada. Tengo una piel reseca que sólo se humecta con tu sudor. Tengo unos labios anoréxicos. Tengo uñas que se clavan en mi pecho. Tengo un abrazo al aire cuando te pienso, y termina siempre enredándose en mi cuerpo. Tengo dos hombros caídos, el cuello torcido, la voz desafinada, un suspiro sobre la almohada. Siento tu olor en una de las flores de la terraza. Tengo tu imagen estampada en la respiración. Tengo los labios paspados, tengo el llanto lubricado, tengo una mordaza en el corazón. Tengo fantasías, tengo una lengua como balsa naufragando en la saliva. Tengo un tic tac rayado y acelerado entre las piernas. Tengo un terremoto en el estómago y algunas mariposas aleteando desconcertadas. Tengo un revólver apuntando a mi cabeza, las manos levantadas, y en el bolsillo no tengo nada. Tengo ansiedad en los latidos, tengo un par de parches en pleno castigo.
Tengo una necesidad de vos implacable.
Tengo un capricho con la espera, y absorbo una pausa en cada minuto que pasa.
¿cómo me voy a dormir con esta picazón en la simpatía de la luna?
Mi único consuelo es acunarme en sueños con tu nombre para olvidarme de tachar los segundos que me alejan de tu llegada.

Sin vos tengo de todo.
Sin vos no tengo nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

cómo me gusta verte reir...