Estaba por despedirte en una esquina de Parque Chacabuco hasta que de repente empezó a soplar un viento que tocaba notas de llamador de ángeles. Juntos empezamos a girar y nos fuimos elevando al compás de la música, girando siempre como si fuéramos dos muñequitos de cajita musical. Ya estaba yo rodeada de esponjosas nubes blancas, de esas que dan ganas de tirarse y revolcarse entre su suavidad. Y un cielo celeste se asomaba por todos lados, con ángeles que lo revoloteaban y parecían pequeñísimas hadas que desparramaban purpurina a su paso.
Ahí estaba yo. En un beso tuyo.
domingo, 24 de julio de 2011
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1 comentario:
...en un beso tuyo....y morí de amor....Facu se muere con todo esto, tiene que ponerle música ya!
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