Tengo un par de ojos sedientos de tu mirada, siempre así… un tanto aguada. Tengo oídos que se sienten ensordecidos sin la caricia de tu voz y su melodía. Tengo orejas desnudas, con frío, temblando por la ausencia de tus labios como abrigo. Tengo un par de manos y un ejército agazapado de dedos que suicidan su ansiedad en un papel. Tengo una nariz tapada de tanto olor a nada. Tengo una piel reseca que sólo se humecta con tu sudor. Tengo unos labios anoréxicos. Tengo uñas que se clavan en mi pecho. Tengo un abrazo al aire cuando te pienso, y termina siempre enredándose en mi cuerpo. Tengo dos hombros caídos, el cuello torcido, la voz desafinada, un suspiro sobre la almohada. Siento tu olor en una de las flores de la terraza. Tengo tu imagen estampada en la respiración. Tengo los labios paspados, tengo el llanto lubricado, tengo una mordaza en el corazón. Tengo fantasías, tengo una lengua como balsa naufragando en la saliva. Tengo un tic tac rayado y acelerado entre las piernas. Tengo un terremoto en el estómago y algunas mariposas aleteando desconcertadas. Tengo un revólver apuntando a mi cabeza, las manos levantadas, y en el bolsillo no tengo nada. Tengo ansiedad en los latidos, tengo un par de parches en pleno castigo.
Tengo una necesidad de vos implacable.
Tengo un capricho con la espera, y absorbo una pausa en cada minuto que pasa.
¿cómo me voy a dormir con esta picazón en la simpatía de la luna?
Mi único consuelo es acunarme en sueños con tu nombre para olvidarme de tachar los segundos que me alejan de tu llegada.
Sin vos tengo de todo.
Sin vos no tengo nada.
lunes, 15 de octubre de 2007
.Una fruta se cayó del árbol con el viento, antes de tiempo.
Alguien me está agarrando con las manos el corazón. Y me lo va apretando de a poquito, pero sin parar, eh. Por momentos casi ni se siente, pero hay veces (como ahora) que quien sea que me esté estrujando el bobo, aprieta los dientes, (como con bronca, como con felicidad) y me amasa la sangre hasta prenderla fuego de tanto roce.
Puede que sean mis neuronas quienes exprimen sin piedad, pero son demasiado pocas como para poder apretar tanto y con tanta fuerza, entonces empiezo a dudar. Pero alguien se está enchastrando las manos con mi jugo, con mi ser, con mi esencia.
Esto me huele a tormenta.
Aunque no me huele mucho tampoco. Ya no sé si huelo, ya no sé si siento (ni olor, ni sentido). No lo encuentro. No le encuentro sentido.
¿hay algo más vacío que el sinsentido del propio ser?. Que el sentirse una lechuga, pero de esas que quedan en el fondo de la heladera, y que la descubrís limpiando la leche que se derramó y aterrizó sobre las hojas marchitadas de esa verdura, despues de como seis meses. De esas arrugadas, y negras, y achicharradas, y frías, y feas.
Ay... pero qué triste está el cielo. Qué triste lo veo.
Y la excusa no es que sea lunes y feriado y nublado.
Los gusanos siempre están adentro de las frutas, por acá… por el medio, taladrando los carozos. Si no la mordés, capaz no te das cuenta.
Pero yo me pregunto si a alguien que conociera este repugnante sabor, le interesaría morderme.
Como los duraznos, como las manzanas. Los melones, también se agusanan. Y si están verdes, no es porque no maduraron del todo (nunca van a madurar del todo) sino porque la maduración y la putrefacción, se está dando adentro. Y cuando me permita esparcirlo hasta la superficie, sólo se van a ver los moretones.
Puede que sean mis neuronas quienes exprimen sin piedad, pero son demasiado pocas como para poder apretar tanto y con tanta fuerza, entonces empiezo a dudar. Pero alguien se está enchastrando las manos con mi jugo, con mi ser, con mi esencia.
Esto me huele a tormenta.
Aunque no me huele mucho tampoco. Ya no sé si huelo, ya no sé si siento (ni olor, ni sentido). No lo encuentro. No le encuentro sentido.
¿hay algo más vacío que el sinsentido del propio ser?. Que el sentirse una lechuga, pero de esas que quedan en el fondo de la heladera, y que la descubrís limpiando la leche que se derramó y aterrizó sobre las hojas marchitadas de esa verdura, despues de como seis meses. De esas arrugadas, y negras, y achicharradas, y frías, y feas.
Ay... pero qué triste está el cielo. Qué triste lo veo.
Y la excusa no es que sea lunes y feriado y nublado.
Los gusanos siempre están adentro de las frutas, por acá… por el medio, taladrando los carozos. Si no la mordés, capaz no te das cuenta.
Pero yo me pregunto si a alguien que conociera este repugnante sabor, le interesaría morderme.
Como los duraznos, como las manzanas. Los melones, también se agusanan. Y si están verdes, no es porque no maduraron del todo (nunca van a madurar del todo) sino porque la maduración y la putrefacción, se está dando adentro. Y cuando me permita esparcirlo hasta la superficie, sólo se van a ver los moretones.
domingo, 7 de octubre de 2007
.Sucede que a veces el tiempo camina para atrás.
Y de repente te encontrás con que una noche del día de ayer, puede ser también una noche de hace un mes o de hace algunos años, como cuatro o como tres.
.(acabo de descubrir que me ha quedado en la ropa un perfume .(como el de aquella vez).
Dicho aroma es la pieza que encastra poéticamente en el cuello de una señorita con ojos rasgados. Sí, ella. Esa que sonríe y sonríe eternizando su olor a simpatía en cada fosa nasal de quien la mira. La de risa, risita y risotada orgásmica… la que siempre tropezaba pero nunca se caía).
Y bailaba.
Y bailé en las pistas del recuerdo.
Recordar el recuerdo en el recuerdo.
Vivirlo.
Sentirlo.
Que el pasado se transforme en presente.
Del carozo hasta la cásacara y de la cáscara al carozo me encuentro suspendida y acariciada por la punta de la luz de la más brillante estrella.
Por todas las puntas. Por todas sus luces. Como si la estrella se doblara uniendo cada una de ellas y me rozara rascándome la espalda para demostrarme que esto, también, es real.
Mientras, va (ador) meciéndome suavemente por el aire.
Saludos, miradas, gritos, risas, sonrisas, carcajadas, gestos, diálogos, charlas, pasos, manos, pies, abrazos, bebidas, música, colores, baño, patio, hamburguesa, reencuentros.
Re.
Encuentro.
Todo lo que se borrará menos que el dolor por perder a lo que en ese momento eran mis paracaídas, mis carcajadas, mis malhumores, mi felicidad… mi vida.
Me pica el cuerpo porque siguen siendo ellas.
Me pica de cosquillas, y me pica de escozor.
Y con lo que sea de menos y con todo eso de más, volví con los labios estirados, la respiración hasta los metatarsos y un corazón mucho más amplio.
Zarpado ardor estomacal.
De tanto tomar.
De tanto reír.
De tanto llorar.
Todo eso,
todo, todo
(todo)
.en el alma.
Gracias, Vero.
:oP
.(acabo de descubrir que me ha quedado en la ropa un perfume .(como el de aquella vez).
Dicho aroma es la pieza que encastra poéticamente en el cuello de una señorita con ojos rasgados. Sí, ella. Esa que sonríe y sonríe eternizando su olor a simpatía en cada fosa nasal de quien la mira. La de risa, risita y risotada orgásmica… la que siempre tropezaba pero nunca se caía).
Y bailaba.
Y bailé en las pistas del recuerdo.
Recordar el recuerdo en el recuerdo.
Vivirlo.
Sentirlo.
Que el pasado se transforme en presente.
Del carozo hasta la cásacara y de la cáscara al carozo me encuentro suspendida y acariciada por la punta de la luz de la más brillante estrella.
Por todas las puntas. Por todas sus luces. Como si la estrella se doblara uniendo cada una de ellas y me rozara rascándome la espalda para demostrarme que esto, también, es real.
Mientras, va (ador) meciéndome suavemente por el aire.
Saludos, miradas, gritos, risas, sonrisas, carcajadas, gestos, diálogos, charlas, pasos, manos, pies, abrazos, bebidas, música, colores, baño, patio, hamburguesa, reencuentros.
Re.
Encuentro.
Todo lo que se borrará menos que el dolor por perder a lo que en ese momento eran mis paracaídas, mis carcajadas, mis malhumores, mi felicidad… mi vida.
Me pica el cuerpo porque siguen siendo ellas.
Me pica de cosquillas, y me pica de escozor.
Y con lo que sea de menos y con todo eso de más, volví con los labios estirados, la respiración hasta los metatarsos y un corazón mucho más amplio.
Zarpado ardor estomacal.
De tanto tomar.
De tanto reír.
De tanto llorar.
Todo eso,
todo, todo
(todo)
.en el alma.
Gracias, Vero.
:oP
lunes, 1 de octubre de 2007
.Alma regada por la lluvia.
El frío se fue escapando de a poco con toda mi inspiración. Me miró por última vez desde el suelo, derrotado por mi alma, y me robó todo lo que con él habíamos creado. Se apropió de mi pasado más oscuro, me quitó del cuerpo hasta las cubeteras y se evaporizó en el viento.
Era preciso el intento.
Está encantado este momento.
La paz ya no está sólo de paso, porque el dolor cambió de estado.
Ese alma gastada que derribaba hasta las cenizas de todas las cremaciones acumuladas hoy se tendió desnuda en la energía del cielo y miró desde arriba a la tormenta.
Y la pesadilla se despertó y se convirtió en sueño.
Ahora, los charquitos que quedaron son espejos del sol. Las sombras refrescan el ardor. El viento me empuja hacia adelante y las nubes me alzan. El sol me alcanza. La vida me abraza y yo me abrazo a ella.
.(y no quiero soltarme).
Es tu vida entre mis brazos, la vida que me abraza.
Y no quiero soltarte.
Era preciso el intento.
Está encantado este momento.
La paz ya no está sólo de paso, porque el dolor cambió de estado.
Ese alma gastada que derribaba hasta las cenizas de todas las cremaciones acumuladas hoy se tendió desnuda en la energía del cielo y miró desde arriba a la tormenta.
Y la pesadilla se despertó y se convirtió en sueño.
Ahora, los charquitos que quedaron son espejos del sol. Las sombras refrescan el ardor. El viento me empuja hacia adelante y las nubes me alzan. El sol me alcanza. La vida me abraza y yo me abrazo a ella.
.(y no quiero soltarme).
Es tu vida entre mis brazos, la vida que me abraza.
Y no quiero soltarte.
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