jueves, 26 de julio de 2007

Ai... (o:

Pero es que cuando el Sol
(así... todo sonriente)
me estiiira sus rayos,
haciendo fuerza por llegar a mí
(porque en invierno me encuentro más lejos)
y me abraza,
y con su calor me eleva
como hojita seca al viento,
como panadero en vuelo,
como mariposa en celo...
desnudándome las penas,
secando mi llanto,
estirando hacia arriba la comisura de mis labios...
Y reflejándose en un mar inmenso de amor
me muestra todos los colores,
y me lleva,
y me llena...
haciéndome sentir inmersa
en uno de esos
inalcanzables sueños.

.¿Dónde están mis sueños? (quisiera saber…).

Parecieran estar colgados en las nubes porque, a veces, descienden desplomándose sobre mí como llanto.
Y parecieran disiparse con el viento como nieve de verano.
Y en invierno parecen niebla, porque los veo difusos y me borran, en gran parte, el panorama.
Parecen hielo. Cuando logro rozarlos me resbalo, me congelo.
Parecen rocío, porque caen por la noche, porque casi ni los siento.
Y cuando todo amanece (menos yo) ya no estoy liviana como para remontarme detrás de ellos… ya no puedo.
"Igual que un niño abandonado
que en la calle lo han dejado,
yo te busco…
(desesperado)
Necesito un amigo.
Necesito que alguien quiera hablar conmigo.

Cuando empieza a amanecer
la verdad es TAN cruel
(y tú lo sabes, eres testigo);
Ahora soy un mendigo
que camina por las calles, perdido.

No me siento bien
(no, no me siento bien),
hoy perdí la fe.
La suerte juega con cartas sin marcar…

no se puede cambiar…"

A.C.

martes, 24 de julio de 2007

En la edad del sol.

domingo, 22 de julio de 2007

.De hace algo así como un año.

Desesperación en los ojos, en la piernas, en los sueños. Una mañana diferente. Ganas de no estar. Ganas de no volver.
Iba para la rutina, pero me perdí. Lloviéndome sin rumbo, sin lugar, sin sentido.
El día más frío una señorita desvanecida (desvanecía vencida) a orillas del río más oscuro, opaco, sereno.
Los ojos de esos cuerpos que se preguntaban cosas de reojo. No sé si tristeza, no sé si impotencia, no sé si intriga… no sé qué les generaba mi tenebrosa imagen, pero algo les generaba.
-"No, no me secuestraron (ojalá)… solamente estoy decidiendo si tirarme al río o si realizar la misma acción pero por debajo del 60".
Y la música me respondía... a su manera… pero respondía hasta desgarrar lo que ya se había hecho polvo.
Sin hambre, sin sueño, sin nada y con todo. Dispuesta a todo. Entregada a todo. Sin nada que perder más que la vida (que ya no existía). Y con ojitos fruncidos, pegados por las lágrimas y una sonrisa de dolor: quemepisenquemepisenquemepí sen.
Que me pisen.
Que me roben.
Que me lleven.
Que me violen.
Que me empujen.
Que me cambien.
Que me odien.
Qué me importa.
¡!

Si vacío hasta en el cielo...
.
.
.
Y distracciones que hoy son claridad pero en ese momento, mi suicidio mental.
Te salió bien, pero podrías haber evitado el solidario gesto de ayudarme tan gentilmente a buscar lo que sabías que ya no estaba. Y el no saber pero sí (o sí pero no), me destruyó más aún. Y mi percepción en esas cosas no falla, laputamadre (a veces es mejor no ver con tanta claridad algunas cosas).
Y sin embargo me caés bien. Y sin embargo me hacés reír. Y sin embargo te perdoné (desde el primer día).
Es que sé que sufriste mucho (me lo dijo tu mirada). Es que entiendo que no vemos las cosas de la misma manera. Es que (aunque desde otro lugar) yo también transpiré sangre. Yo también toqué fondo sin llegar al fondo. Yo también bañé la cama de dolor.
...
Y el viento, el gris, la incertidumbre, los llamados, la preocupación… crecían.
Y peor.
La culpa, el miedo, el mar de sal y su señora en coche engordaban hasta desgarrar el desgarro que ya no se podía desgarrar más pero que igualmente se seguía desgarrando.
Pero es que ¿cómo hacía?
Si tomándome todo el río mi deshidratación agonizaba cada vez más sedienta.
Si tragándome todo el viento mi aire permanecía ahogadamente viciado.
Si por inyectarme todo el sol en las venas mi sangre se convirtió en hielo.
Si fumándome todos los recuerdos mi memoria crecía y crecía y creía.
Creía en lo que no quería creer.
Creía en lo que era verdad pero era mentira.
Creía hasta en los sueños en los que poco a poco me moría.
Creía hasta en una así, para toda la vida.

Remontaban barriletes esos sueños, barriletes que se desvanecían.

jueves, 19 de julio de 2007

.LA PRIMERA (en la cima de mi casa).

Ai, si estuvieras acá.
Ai…
Si estuvieras…
(¡qué ganas!)
((de que estuvieras)).
Para sentir en tus manos el crujir de mis huesos.
Para que te bailen en los oídos.
Para que sientas su calor.
Para que veas ¡cómo se consume!
Para que se enamoren (también) tus labios.
Porque acá está Mollo.
Está Mollo y está el Bocha.
Y también estás Vos.
...
...
Y para que veas ¡cómo se envuelve el humo!
(antes de que lo agarremos con las manos)






















































































































¿y si te dijera que desde acá veo a la Luna?
No me creas.
Sería mentira, no me creas.
(la busqué y no la encontré)
((es que capaz que así, te convencía))
...
...
Pero qué ganas, eh.
(de que estuvieran)
Vos y la Luna.

martes, 17 de julio de 2007

¿Taaaanta cara de boluda?

domingo, 15 de julio de 2007

.Sin palabraS.

Bebiendo de tu boca empezó a alborotarse un corazón (no supe si era el tuyo o era el mío).
Y los árboles aplaudían nuestro amor. Junto al viento nos ovacionaban mientras el sol les teñía de dorado las hojas con su caricia. Y, bailando, nos señalaban hacia un lugar. Nos enseñaban el camino del viento. De ese viento que te hace temblar en sueños.
Humo desde todos los verdes y burbujas en el cielo.
¡Hasta el pasto se puso fluorescente de felicidad!
Todo nuestro entorno estaba de fiesta (y no era para menos).
.(capaz eran los dos que, al sentirse cerca, golpeaban en el pecho gritando que estaban ahí adentro, atrapados, y que querían salirse pero no sabían cómo).
Caminando con los pómulos abultados y chispitas en los ojos, la primavera me iba llenando, con pétalos de colores, el alma.
Viéndome reflejada en tus ojos marihuana, sol y cielo y sintiéndome acariciada por un abanico de arcoiris en cada pestañeo. Y entre un mar de estrellas nuestras pupilas que, suspendidas en el cielo, hablaban de amor mientras una mano con veinte dedos se envolvía, se besaba, se fundía.
Y los corazones se escaparon por nuestros ojos, entregándose ciegamente al calor de dos soles encendidos que pudieron, nuevamente, hacer el amor con la mirada.

sábado, 14 de julio de 2007

¡¿COMO PUEDEN SER TANTOS?!

Pupilas que bailan. Señoras mimetizadas intentando ser esquivadas por aquellas despectivas miradas (como las suyas). Tradicionalmente legales. Juzgadores de pecados siendo curas encarcelados. Ladrones en la nuca. Termitas de cuerina. Abusadores de la conciencia más profunda cuando te gritan con desparpajo una verdad que escucharon por lo bajo y que creen como propia. Una verdad que se demuestra como tal en aquel que verdaderamente la crea (pobre de él, desde mí). Tenaz amenaza hacia el infierno. Soberbia amistad con un cielo que no existe en otro lado más que en la felicidad que no poseen. Porque con tanta prisa, tanta bronca, tantos prejuicios en sus gestos no podrían cultivar más que violencia en su ácida y lúgubre viveza.
Y es que el amor (cuando no es amor) te mata. Porque en su esencia nada duele. Porque, sin publicidades ni reclamos, te (con)mueve.
Qué fácil, para algunos, pronunciarla.
Qué pocos te lo entregan con el alma.
Es que cuando el cielo se te va cayendo en la cabeza y te asfixia con sus tóxicas nubes... (y con los pies sobre la tierra, encima).
Debe ser el dolor de sentir que sos ese ciego que no quiere ver, que ellas se alejan cuando encuentran sostenes más sólidos, que te quieren igual que aquellos que conocen, marioneta. Y que su dolor es tu infelicidad. Y que tu felicidad, su dolor.
Y que teniéndolo todo (más allá de todo) seguís necesitando más.
Pero ella tan ahí… dormilona… compañera. Abrigo cuando más sola me siento. Y cuando no, mi cotidiano sustento.
Será la necesidad de volcarme en otras cosas.
Será la bruma que me va, ilógicamente, aclarando la visión (aunque su visita genere incontables variedades de escamas en mi piel, tiñiéndola de sangre). Porque sabés que el sufrimiento está latente.
Y cuando mi tropezón sea caída, no va a haber tiempo ni para una despedida.
.Quizás siempre tuve demasiadO.

.EL SABOR DE ESTE LIO ME CAE BIEN.

Butacas que se mueven en la heroína de este tipo que… me conmueve.
Y el curtido sabía.
Y la lapicera dibujaba mis labios y mis pensamientos. .(me marea mucho que baile la butaca).
Qué banda que me inspira.
¡vinos contigo!
Eso quiero.
Y aún sabiendo que ya nada (nada, nada) será igual.
Son 3, te dí 2.
Metiendo monedas en sombras con el corazón agitando a pleno.
Y yo que lo imaginaba/ino ahí arriba sin pelo.
Ai, tordillo... hacés flotar al reluciente tetracuerdo con el vuelo de diez mágicos ilustradores de sentimientos y sensaciones.
Sublime noche que supo inundar, sin contrato, las grietas resecas de esta insaciable sed.

lunes, 9 de julio de 2007

"Cuando no alcanza el amor que ofrecés
y peleás una causa perdida,
el amor se transforma en herida
(que no cierra, y que no deja ver).
Y ceder en la apuesta es tan duro...
sin apuro y sin pausa empezás a perder."

A.M.
.PLUMAS DESDE EL CIELO.

Ese olor a frío, tan mágico y real como las fantasías más brillantes con las que a menudo mi mente suele deleitarse. Bebiendo con las manos de diminutos cristales casi imperceptibles al tacto, pero tan presentes como esa mirada que ha sabido congelarme el alma en diversas oportunidades.
Pero son tímidos. Tímidos y tiernos. Tanto que cuando oso acariciarlos puedo sentirlos aferrarse a mi piel (como abrazándome los dedos) y verlos uno por uno deshacerse de sus pelusitas para rápidamente camuflarse en gotitas de agua, quedando sobre mis palmas sólo la resaca de un llanto sereno y blanco (de ese tan familiar para este alma pero tan sorprendentemente nuevo para mi mirada).
Y el aire se hace humo. Y el cuerpo tiembla.
Y pintando vidrios con la respiración, con el aliento; vuelvo a disfrutar desde otra perspectiva ese gran banquete de magia bailando en el aire, la vida desenvolviéndose frente a mis ojos, el calor en mi corazón.

Qué cosa ¿no?, cómo estas mismas diminutas partículas de nieve han sido las reinas de mi fuente de inspiración en esos momentos en que el calor del infierno nos acechaba; quemándole con hielo la mirada, mordiéndome con fuego los latidos y matándome poco a poco, noche a noche, copa a copa, copo a copo.

domingo, 8 de julio de 2007

.MelimÉ. .las pelusas, los cadáveres del viento.
En telepatía cósmica con la madera y el viento (mis compañeros en ese momento). Una silla con una rueda flotando y una sonrisa tierna. (.me está costando mucho porque tengo teclas nómades.) Jajajaja. El corazón quiere escaparse de acá adentro (me empuja el pecho como loco). Pero... ¿cómo le explico? Alguien que me explique cómo le explico. ... pff...
Es que resulta que la madera respondía a mi mirada; y la puerta y las ventanas gemían por los empujoncitos que les procuraba dar el viento, en esos momentos que estos seres se hacían vivos en mi mente.
Yo no sé qué magia envuelveme está viendo. Pero (felíz) le doy la bienvenida a través de este algo nuevo que creé. Bienvenido a vos también, claro. .:o).