.Acá podés. En otro lado, no sabés.

El paraíso, el cielo, el infierno:
se encuentran en este lugar.
Se despiertan en tu mente
e invaden tu alma
revolucionándote el corazón.

Al que espera con ansias
sumergirse en alguno de ellos
cuando el alma se eche a volar,
le aconsejo levantarse de la silla
y salir a caminar;
Porque no hay NADA
que en esta milagrosa vida
no se pueda sentir,
no se pueda alcanzar.

.Liniers me espía.

.Quisiera.

Mi amor quisiera convertirme en detergente e inflarme de aire hasta hacerme burbuja para abrazarte de colores, mecerte por el aire, respirar todas las flores y rodar sobre la luna.
Mi amor se talla con neblina las heridas para que el dolor despida rocío, se seque con el sol y el llanto refresque nuestras almas, renueve la vida.
Mi amor no se consume con el viento, no se apaga en las esquinas, ni cabe en un boleto.
Mi amor, aunque parece, no es de fantasías. Mi amor es bien real. Es un sueño en vida.
Mi amor me clava espinas por si me olvido de querer dejar de pensarte tanto.
Mi amor ni te busca ni te encuentra, porque traspasaste la piel y estás adherido a cada latido.
Mi amor no sólo crece; también germina. Tiene más raíces que pimpollos (infinitos pimpollos). ¿para qué quiero alguna flor? Si tengo tu sonrisa.
Mi amor quisiera multiplicarse desmesuradamente en hojas secas, amarillas, bañadas de lluvia (¡mirá cómo brillan!) para que tengas el colchón más parecido al Sol en tus caídas.
Mi amor quisiera ser un lunar recostado sobre tu pecho. Quisiera ser tu amuleto. Los poros de tu piel, tu hambre, tu sed, el alimento y el néctar también.
Quisiera, el oxígeno que te reviva en cada fatiga, la pelota dibujada por tus pies.
Mi amor quiere conquistar tu calor para fundirse en sudor e ir resbalando suavemente sobre tu piel, regando cada parte de tu ser.
Mi amor quisiera ser esa sonrisa, esa mirada, las cosquillas y cada carcajada.
Quisiera ser tus sábanas.
.TU ALMOHADA.
Tu colchón. Tu cama. Tu baño de inmersión.
Quisiera, tu tuca más deseada.
Quisiera brotar de tus ojos como lágrima y descender hasta perderme en la comisura izquierda de tus labios.
Quisiera ser cada palpitar, cada deliciosa sensación.
Quisiera ser la eternidad de tu vida, volcarte en un cuento de hadas, bañarte de alegrías.
Mi amor es mi sonrisa, mis ojos con estrellitas. Es cada caricia, cada abrazo, cada esquivo, cada llanto.
Mi amor, el más jugado, el que todo lo apostó: hoy, se siente ganador.
(Aunque las caídas, aunque los miedos, aunque las heridas).

Mi amor
(el más sincero)
es todo tuyo:
.SOS MI VIDA.

Vomitame en la cara
hasta la última gota,
que quiero ponerle notas
y hacerte melodía.

.Orgullo.

Él, que te carcome la piel y la carne, dejándote el alma como roca en plena sudestada.
Él, que te astilla los huesos para que, del dolor, no puedas pronunciar (ni) una palabra.
Ese que esquiva la mirada y se atraganta con el polvo que no se limpia de las cajas.
Ese que te pincha las venas, que te agrieta las arterias, y que te infla con sangre la cabeza.
Un enemigo de la sensibilidad y de la inseguridad descalza.
Ni oruga, ni grillo.
Un cobarde que se cree pillo demostrando nada importarle.
Ese que te gana la pulseada y se te ríe en la cara (a carcajadas).
Ese que mira al cielo pero aspira cemento.
Ese que no te eleva.
Ese con poses de grande, con candado, con llave.
Ese que no acepto.
Ese que nos deshace.

.Amores que matan.

Saben que las prohibiciones no enseñan y que los gritos no conmueven pero, igual, me pasan factura diariamente. Culpando mis gustos, escupiéndome con la mirada, publicitándome como anormal y asesina (de ellos mismos, de mi propia vida).
.(¿qué es "ser normal"? saber, me gustaría).
¡Pero es que los azotan sus neuronas! Su propia cárcel nos tortura.
Me imponen su camino. Me bañan con escombros, aniquilan mis tesoros y a su pasar lo visten con un moño. Amenazan, desdibujan, se arrepienten y me miman.
Me dicen que en el banquete no hablo, pero sofovich o susana se ojean y son los comentarios.
Tengo paspada la conciencia de tanta lluvia y tan poco talco. Creo leer el quejido de sus tacos, pero no comprenden el sentido que une a esos libros con mi tacto.
A veces quisiera huir, pero no tengo coraje.
(es que los amo demasiado como para emprender ese viaje).

Tenía tu olor en la almohada,
por eso dormía en la gloria.
Ahora la empapa el desvelo:
La humedad destiñó el aroma.

Creer para ver.

.Sideral conexión.

Djembé y malabares, olor a lago, aves. Mosquitas siguiéndonos el ritmo.
¿Y nosotras?
Viendo nevar. Tomando con los dedos la energía de ese cielo. Caleidoscopiándonos el cerebro. Creando imágenes, sueños. Inventando un mundo nuevo. Y los árboles de pestañas pronunciadas nos observaban. Pero ai… ¡LA PAZ QUE IRRADIABA TU MIRADA!
Chocolate blanco y dulce de leche bombón .(no dejo de sorprenderme junto a vos).
Será que, en tus manos, las piedras frías me alivian el dolor; Será que nos brillan en la noche como sol.
Un árbol con estrías podría ser el bosquejo de la vida, si miramos para arriba.
Entre suspiros y bostezos, sobre la tierra, siempre en vuelo.
Una oreja sorda y el alma bien gorda.

Tu cajita musical es el mejor lugar para que mis discos rayados se pongan a sonar.

.Quizá.

Me duele el pensar que la muerte nos va a separar.

.florecer me.

Cuando mi mente camina por tu imagen
se avivan las flores,
entre cosquillas de lluvia
y mimos de soles.
Y las miro:
.y me miro.
Porque con tu energía,
mis colores también se encienden.
.(más que el aire, más que siempre).

A veces es necesario lamer las cicatrices de los puñales
para poder degustar el presente con una sonrisa.

.paziente.

Cuando está tranquila
puede ver el aire que mueve a las hojas.
Ahora respira hondo
(de a poco la cuerda se afloja).

Si le diera una mano,
ella le daría la vida.
Si no le diera nada,
al menos se la prestaría.

Su voz pinta de rojo
los labios violáceos
de la fría pasión
que al dolor, fanatizó.

Su suerte no esconde amuletos.
Su miedo no quiere quedarse quieto.
A veces es peor el remedio.
NUNCA es en vano el intento.

Si pudiera meterse un ratito en su alma
y ver las cosas desde adentro:
se perdería la magia,
se saciaría la intriga,
desaparecería la ilusión de la fantasía.

No tiene sentido entenderse.
Caminemos con los sentidos.
Tropezemos cuando estallen las venas.
Vivamos de acuerdo a los latidos.

La diferencia es lo natural

El agua no es tan cristalina
cuando el cielo está nublado
(y me veo así,
como a un bosque
de árboles talados).
Y las burbujas se apagan.
Y el fondo se escapa.
(Como cuando la raíz se esconde)
(Como cuando el alma calla).

.Un pedacito de libro.

Cuando el humo escapa de mi boca hacia la libertad, veo al suelo como si estuviera volando por encima de las nubes, que viajan ligeras con mis soplidos, con mis ráfagas de aliento.
Y desde allá, los recuerdos de esta noche se vuelven sonrisas.
Es que esas miradas humedecidas, esos pómulos abultados tiernamente, y las cámaras cómplices de nuestro amor han delineado un arcoiris indeleble en el párpado superior de mi felicidad.
Y de frente percibí que había aprendido mucho de los mambos:
Como un profeta de endulzar corazones verdes que no dejan de brotar pimpollos encantados que de a poco van perfumando sus colores. Contagiando su fanatismo, predicando luz y mostrándonos con su experiencia los atajos.
Setenta puertas abiertas indicando la dirección de los caminos.

Yo quiero dejar huellas en cada uno de los míos (con esas señales como guía, acá conmigo), desgastando con deleite el piso.
.Todavía quedan rayuelas que me lleven al cielo.

.And… .She.

Cuando dormís tus suspiros hacen melodías. Tu respirar con los ojos cerrados se siente como el canto de los Duendes, como el vaivén de la hamaca de las Hadas. Y tu hocico: la casita de los Gnomos. Todo tu pelo, terciopelo. Tus orejas los toboganes hacia la esencia de la ternura (como tu carita nevada, como las plumitas de tus mejillas). Y ai… Tenés los ojos maquillados.
¿sabés que tengo ganas de despertarte para verte moviendo la cola?
Pero es que sos un paisaje de fantasía así…
Y tan feliz hamacando tu rabo.
Y tan feliz así… a tu lado.



Después de un rato le agarró hipo:
Le dí un sustito
y se le fue.

.Desde el Paraíso.

Con los cachetes sonrojados, de costado, hecha un bollito y con una de las mejillas a los besos esquimales con mullidos y suaves pedazos de algodón (pero así… muchos. MUCHISIMOS.).
Me mece el cielo… El infinito cielo. Para arriba, para abajo… para cada lado, veo cielo.
Cuánto aire hay acá.
.(suspiro).
.(sonrío).
.(muevo despacito la cabeza hacia los costados).
.(y separo un poquito los labios para volverlos a juntar… Para que se vuelvan a rozar).
Con un pedacito de piel .(por lo menos). necesitando estar adherido, en todo momento, a .(por lo menos). uno de los poros de tu cuerpo.
El sueño más corto, pero el más profundo.
Flotaba al entreabrir los ojos y sentir el perfume de tu alma al lado mío, mirándome, mirándose o tocándome la espalda.
Y, suspendida en el aire, me hundo en las nubes. Sí. Ahora juego con ellas porque ya las crucé… Acá no me tapan el Sol y no hay objetos ni cuerpos que puedan generar sombra.
Sólo existe el tuyo y me ilumina…
Me ilumina y me hace irradiar luz.